noviembre 12, 2009

Nuevo Proyecto 3


Detenerse a escuchar viejos vinilos en un Winco chirriante puede revelar mucho de la melancolía y la belleza. Los invito a intentarlo; adentrarse en ese sendero olvidado por algunos y desconocido por otros tiene algo de íntimo rito, celebrado en un mundo donde play, repeat y random no existen. Tampoco la velocidad de descarga ni las interminables listas de temas que difícilmente se escuchen en su totalidad, ni el sonido limpio de frituras. El girar del disco tal vez tenga un efecto hipnótico: no hay más por hacer que no sea dejarse llevar, surco tras surco, por ese universo de melodías desgranadas.

Y entre las vueltas de los LP, mareados de nostálgicos amores, buscamos material para la nueva obra. Es un primer momento del proceso de exploración musical, seleccionar temas o situaciones sonoras que servirán de inspiración para que Fernando Aldao haga sus propias versiones. Finalmente, estas versiones constituirán la trama sonora de la obra. Música vibrante, viva, celebrada por Werner y María de los Ángeles Schwartz y el propio Fernando Aldao, como Robbie Terciopelo, será la música en vivo de la obra; bailarines y músicos sumergidos por igual en los riesgosos torbellinos de la pasión.

En esta ocasión, y por tener en los avatares del amor apasionado nuestra musa, recorremos viejos discos de boleros y canciones de los "grandes románticos" que tan bien han hablado de los encuentros y mejor aún, de los desencuentros amorosos. Amor sufriente y agónico de tan profundo.

Así, hemos dado con bellas gemas de la música popular de los 50' - 60' - 70'. Hay canciones de amor que siempre cautivan, nos hablan del dolor de amor que sufrimos alguna vez o nos acompañan en un desengaño amoroso presente, poniéndoles palabras a nuestro pesar. Y sí, tal vez sean absolutamente cursis, pero ¿qué amor doliente no lo es?

Permitamos a esa lágrima fluir; hoy les dejo a Roberto Carlos con "Eu daria minha vida". Conmuévase con él!

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